Susana Zabaleta experimentará se reconcilia con la música de banda, y el próximo 27 de julio, ofrecerá su primer concierto en ese género.
Por muchos años, Susana Zabaleta sintió animadversión con el regional mexicano. No fue por los intérpretes (a pesar de que criticó a varios gruperos), ni por el tipo de música (conoce a la perfección la música del norte por ser originaria de Monclova). La molestia se debió a que algunas letras atacaban sin justificación a la mujer.
«En tiempos aquellos, donde yo estaba muy enojada con la banda, las letras eran solo misóginas. Eran puras cosas terribles: las mujeres como las escopetas, en las esquinas y cargadas. Nos hablaban que si ‘perras’, que si ‘la gallina está cargada’. Puras cosas horribles, que ‘si te llevo al motel y te bajo los calzones’, y los niños y las niñas cantaban eso. Entonces, yo esperaba el momento en que le dieran la vuelta a las letras».
Zabaleta experimentará una especie de reconciliación con la música de banda. El próximo jueves 27 de julio, en el Lunario, ofrecerá su primer concierto en ese género. Estará arropada por Luis Ángel, ‘El Flaco’, y ‘El Yaki’.
La intérprete cambió de opinión porque encontró canciones que presentan una visión distinta del amor y el universo femenino. «Ahora es honor a quien honor merece, honor a la mujer, al amor, al sexo, que debe ser respetuoso porque si tú le faltas al respeto al sexo, te estás faltando al respeto a ti mismo. Le han dado esa vuelta, yo estoy muy feliz de participar en eso y con ellos».
Susana eligió ocho canciones de banda. Cantará cuatro con ‘El Flaco, y cuatro más con ‘El Yaki’. No se descarta la posibilidad de agregar otras dos más representativas para ella sola.
«Son cuatro y cuatro canciones que elegí de cada uno, yo creo que son sus éxitos. Son de las que la gente más escucha, eso me gusta. Recuerda que uno de ellos estuvo en ‘Recoditos’ y otro en el ‘Recodo’, son garantía».
—¿Cómo seleccionaste los temas?
«Hay una que habla de qué orgullo que seas mi hombre, qué orgullo tenerte aquí a mi lado, qué orgullo estar cruzando esta vida al lado tuyo, qué orgullo que me vean contigo y presumirte. Es para decir ‘este es mío y esta es mía’. Hay otras que son de desamor, que si se quiere ir, pues órale, que se vaya bien, pero ya».
La cantante nunca desarrolló empatía por la música norteña. Además, a la muerte de Selena, recibió la presión de una disquera para ponerse la texana, y decidió abandonar esa empresa. También recordó con humor las diferencias que siempre tuvo con su familia, por sus gustos.
«Esta es la oportunidad que tengo de reivindicarme con mi familia, porque en mi familia, ¿tú crees que les importa lo que yo pienso?, les vale. Siempre, en las comidas familiares, ponían banda, y les valía exactamente lo mismo lo que les dijera. Me las cantaban, ahora vamos a cantar esta, y ahora tal, y yo aguantaba, ahora me voy a reivindicar».
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