‘Dante y Soledad’, de Alexandra de la Mora, explora la transición de una pareja a la paternidad.
A menudo la maternidad no llega sola. La acompañan toda clase de sentimientos y sensaciones, confusiones, contradicciones. Para mujeres y hombres. Es igual. No es sencillo aceptar que de repente debe morir parte de la pareja, para que precisamente nazca la familia.
“Dante y Soledad”, ópera prima de Alexandra de la Mora; está basada en un cuento; pero sobre todo en la necesidad de plasmar las vicisitudes que se enfrentan y los momentos de extrema fragilidad que se padecen, en los primeros meses de vida de los hijos.
La directora habló al respecto. “Yo tenía muchas ganas de que viviéramos una experiencia muy, muy, íntima, para mí era muy importante de que todas las personas estuviéramos en esta película, tuviéramos esa experiencia de alguna manera de la maternidad o la paternidad”.
Un Viaje Íntimo a la Maternidad y la Paternidad
La historia que será presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia. Versa sobre las dificultades que experimenta una pareja al momento de convertirse en padres. El reto fue no caer en la depresión postparto; sino crear una atmósfera distinta de sensaciones y sentimientos encontrados, llenos de felicidad y miedos. Alexandra de la Mora consideró que se cumplió el objetivo:
“Yo quería justamente eso, tocar ese hemisferio tan complejo donde hay espacio para lo que se vive de una manera difícil y que de alguna manera no se cuenta, generalmente los primeros meses de una bebé no es un tema que se toque mucho. Pero cuando la pareja se rompe, porque la pareja se rompe, una pareja es de dos, y se rompe para convertirse en una familia, llega un tercer elemento, eso afecta a la pareja”.
—Se cree que es una situación exclusiva de las mujeres…
“Y ese espacio a veces es muy juzgado y sentimos culpa y nos vamos a la depresión postparto y no es cierto, no es cierto, es justo para nosotros para las mujeres tener ese espacio”.
El Desafío de la transición a la paternidad
Para Irene Azuela, ‘Dante y Soledad’ representó una paso más en la búsqueda de nuevos horizontes. Combinar la actuación con la posibilidad de explorar el mundo de los guiones, de la producción y dirección.
“Teníamos ganas de encontrarnos en un set, en donde hubiera un compromiso mucho más personal, y resultó que las dos estábamos saliendo de nuestras primeras maternidades, y por ahí ese tema estaba muy presente y nos encontramos con este cuento de la maravillosa Guadalupe Nettel y pensamos que era un gran punto de partida. El cuento se llama ‘el matrimonio de los peces rojos’”.
El guion marcó un reto aún más complicado por el peso que llevaba la bebé de la historia. Sólo existió una alternativa. Es inconveniente lo tuvo que solucionar la misma directora:
“La productora me decía, lo más difícil de esta película va a ser conseguir a la bebé. Es muy difícil trabajar con una bebé, te la prestan una o dos horas. Y me acuerdo de que estaba sentada y volteo y veo a mi hija, mi segunda hija de tres meses, y dije, esta es la única manera que voy a tener de hacer esta película, así que Manuela va a hacerla”, finalizó Alexandra de la Mora.
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