Daniela Luján contó a detalle cómo le pidieron matrimonio en Venecia, Italia: «No sabía lo feliz que me iba a hacer un anillo de compromiso».
Por Josué Olvera.
Hace unas semanas, durante un evento, Daniela Luján reveló ante los medios de comunicación, que ya estaba comprometida con el actor y productor, Mario Alberto Monroy. «Sí, ando enamorada y feliz, muy contenta. Ya me entregó el anillo. Si me comprometo, no diré nada, pero habrá señales (mostrando el anillo). Llevo un mes comprometida, intentamos planear (la boda) porque con esto (proyectos laaborales) no hemos pedido».
Pese a la insistencia de los medios, no contó detalles sobre cómo vivió el romántico momento, pero sí dijo que desea tener una boda sencilla e íntima. «Me gustaría que fuera una boda relajada, muy relajada. Sí, de amigos y de gente que queramos y nos quiera como pareja, que esté chido. No queremos que a uno le den el menú con un plato y al otro no, no queremos esas cosas, queremos todo relajado».

Así le pidieron compromiso a Daniela Luján
Sus fans y los medios ansiaban conocer cómo pidieron su mano, y finalmente, en su programa, ‘Envinadas’, dio detalle de todo. Reveló que la pedida de mano ocurrió en Venecia, Italia, un lugar muy romántico que Mario eligió para sorprenderla. «Nos fuimos de viaje a Italia el primero de septiembre. Visitamos diferentes ciudades, nos fuimos en tren a Venecia. Llegamos de noche y en un canalito que estaba vacío, nos sentamos, estábamos platicando de la vida, de cualquier cosa, y de pronto agarra su mochila y empieza a buscar algo».
Mientras platicaban, el actor sacó el anillo de su mochila y se hincó de inmediato para dárselo, entre un discurso lleno de amor. «En un movimiento muy ágil se arrodilló, y yo ‘ah cabrón, ah cabrón’, era lo único que escuchaba en mi cabeza, y yo sentadita. Me empezó a decir cosas muy bonitas. Yo tenía idea de que esos discursos de pedida o de matrimonio o de amor, son mucho de ‘lo que tu amor hace por mí, lo que tu amor hace en mi vida, lo que tu presencia en mi vida significa'».
Relató todo lo que su amado le dijo en ese momento, lo que la cautivó por completo. «Pero lo que él me dijo es que su discurso de amor fue más bien como: ‘que me ama mucho, que ama verme brillar, ama verme despertar en las mañanas, que le gusta verme apasionada por mi trabajo, que le gusta tenerme cerca, que le gusta verme de cerca y que le gustaría que eso durara toda la vida’ y me dijo si quería casarme con él. Fue muy bonito, le dije que sí».
Reconoce que estar comprometida y portar su anillo, la llena de emoción. «Ahora me enteré de que es buen augurio, que el anillo te quede bien. Aparte, ya después, me dio mucha risa porque yo no sabía lo feliz que me iba a hacer un anillo de compromiso. Me dio mucha emoción, no sabía qué me iba a dar tanta emoción, o sea creí, ingenuamente, en mi desconocimiento, que iba a ser como: ‘ah bueno, pues ya’, porque vivimos juntos y todo eso».
«Me dio mucha seguridad de nosotros, nuestra historia, nuestras intenciones, de todo. Y mi sí también a él. Salí sin necesidad de rifa (ríe). Ahora le puedo decir ‘mi prometido'», finalizó.
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