Roberto Palazuelos explota por el trato que militares ha tenido con las personas que buscan ayudar a las y los damnificados
La preocupación se apoderó de la población cuando el ciclón «Otis» se transformó en un huracán en menos de 12 horas, dejando a Acapulco aislado y sin comunicación. Durante la madrugada del 25 de octubre, las familias de Guerrero quedaron sin noticias de sus seres queridos, y Roberto Palazuelos, al igual que muchos, expresó su angustia en las redes sociales: «Mi corazón está con Acapulco, estoy dando instrucciones a mi fundación para establecer centros de acopio y brindar apoyo. Sigo sin noticias de mi familia y colaboradores. Mis oraciones están con mis paisanos en este momento».
El empresario hotelero resaltó la incertidumbre acerca del bienestar de aquellos que residen permanentemente en Acapulco, en contraste con quienes tienen propiedades en el puerto como segundas casas de descanso y, por lo tanto, cuentan con alternativas de resguardo en caso de pérdida de sus viviendas. «He visto solo imágenes de la zona hotelera, donde casi todas son segundas casas de descanso, pero me preocupan las zonas más pobres donde la gente ha perdido sus hogares», expresó Palazuelos.
Desde entonces, Roberto Palazuelos ha liderado una campaña de información en su cuenta de Twitter, instando a la población a donar alimentos y suministros a instituciones humanitarias oficiales, como la Cruz Roja. Esto se debe a la lamentable realidad de que en desastres naturales de esta magnitud, existen personas que intentan aprovechar la tragedia para robar y revender las donaciones, obstaculizando el apoyo llegue a quienes más lo necesitan.
Roberto Palazuelos alza su voz en defensa de los damnificados por «Otis»
Además de su labor humanitaria, Palazuelos ha utilizado su influencia para denunciar los abusos por parte de las autoridades en la carretera que conecta Acapulco con otras ciudades. Ha expresado su descontento tras presenciar un video en el que un militar trata a una familia de manera inapropiada al exigirles que coloquen sus pertenencias y dinero en una mesa, amenazando con confiscar sus propiedades.
En un llamado al gobierno federal, Palazuelos pidió que se detengan estos abusos y señaló: «Aparte de la tremenda tragedia, tener que soportar estos malos tratos a gente que viene a ayudar es el colmo. Acapulco es de todos los mexicanos; si no ayudan, no estorben». Posteriormente, instó a sus seguidores a denunciar a los responsables de tales abusos, calificándolos como una «vergüenza» para el país.
En las redes sociales, se pueden leer comentarios muy positivos hacia el «Diamante negro», ya que su actuar se percibe como una muestra de buenas intenciones, no solo preocupándose por su familia y sus propiedades, sino también por todas las personas afectadas por los estragos del huracán «Otis».
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