‘La Duda’ y ‘Soñadores’, grupos juveniles de sierreño, apoyados por Alfredo Olivas, aprendieron a hacer pan de muerto, y conocieron más sobre nuestras tradiciones.
‘La Duda’ y ‘Soñadores’, dos grupos de sierreño, conformados por jóvenes y niños, apoyados por Alfredo Olivas, recibieron la invitación del reconocido chef Rómulo Mendoza (Roldán 37, su restaurante especializado en comida mexicana), para realizar pan de muerto. También para aprender más sobre una de las más representativas tradiciones de México.
Con los ingredientes sobre la mesa (harina, huevos, levadura, mantequilla, esencias), el chef se dispuso a preparar la llamada “masa madre”. Se dejó reposar unas horas y después explicó al grupo de niños, el origen del pan, después de la conquista de los españoles y como una forma de sustituir los sacrificios humanos.
Con generosidad, el chef Rómulo narró para las agrupaciones: “Mira, la forma circular representa el cíclo de la vida y la muerte, si te has dado cuenta, la parte de arriba tiene como huesitos, y los huesitos representan los cuerpos humanos y las lágrimas derramadas por las almas que ya no están con nosotros. Es una tradición muy mexicana, que simboliza el que vienen nuestros familiares a visitarnos, este pan se pone en la ofrenda. Cuando se quita la ofrenda, la tradición es comerse ese pan, que estuvo en la ofrenda”.
Los niños no pudieron ocultar su curiosidad y su alegría por preparar el pan de muerto. Con disciplina atendieron las indicaciones. El Chef se tomó muy en serio todo el proceso. “Primero ponemos todos los ingredientes secos que sería la levadura, el azúcar, después vamos a poner los huevos, las esencias, y todo se va mezclando. Al final queda una masa que se va estirando… y este es el resultado que es una masa que ya no se pega”.
Llegó la hora de darle forma a los panes de muerto. Rómulo Mendoza hizo que los niños tomaran pequeñas bolas de masa y las llenaron de harina, haciéndolas rodar en la plancha. Después tocó el turno de realizar los “huesos” del pan. Con los dedos hicieron girar otro pedazo de masa pero ahora a lo largo. Conforme se gira, se van abriendo los dedos para que los huesos tomen formar.
En ese momento, el Chef de Roldán 37 decidió comenzar con un concurso. Soñadores y La duda compitieron para ver quién de los dos grupos realizaba el mejor pan de muerto.
—¿Quién creen que va a ganar? Preguntó el Chef…
—»La neta, yo creo que el equipo de La Duda lo va a dejar más perro», se apuró a responder “Grillo” de La Duda.
—»No sé, creo que voy por ellos… Es que con muchas ganas a este chaparrito. Sí, yo cereo que sí, ya veremos los resultados. Entonces vamos a agarrar una bolita, lo que te quepa en la mano, me cabe esto, más chiquita», Continuó con la explicación Rómulo Mendoza).
Después de realizar los panes, y darles y una pasada con huevo (con una pequeña brocha para que brillen), se meten al horno precalentado a 180 grados por un tiempo de entre 20 y 30 minutos. Llegó el momento de probar el resultado y dar un veredicto, pero el chef Rómulo Mendoza lo tuvo muy claro.
—»Está muy difícil, está muy reñido, ¿quién creen que va a ganar chicos?»
—»Nosotros», gritaron Los soñadores
—»Esta vez nos vamos a ir por Soñadores… La Duda, a seguir cantando chicos».
El Chef invitó un chocolate oaxaqueño que tanto La Duda como a Soñadores pudieran acompañar el pan. No fue necesario. Así como salieron del horno, se terminaron en la prueba.
Por parte de los niños, “Grillo” contó que son originarios de Sinaloa y cintaron con la fortuna de que Alfredo Olivas decidiera apoyarlos en su sueño. Los dos grupos recibieron la invitación para abrir sus conciertos en la CDMX, y también en el estadio tres de marzo de Zapopan, donde el cantante sonorense estará dos noches.
“Sí, Alfredo nos está apoyando a nosotros, a La Duda a Soñadores, estamos muy contentos trabajando con él, la verdad… agradecidos… Somos grupos de guitarras, sierreño, le llaman, que nos representa, más que nada, el mensaje que da es de superación, de las canciones, salir del barrio, cumplir tus sueños”.
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