Pancho Barraza ha compartido el escenario con sus hijos este año.
Quiso probar las facultades y la casta de Javier, Julio y Adrián; antes de anunciar de manera formal el nacimiento del concepto “La dinastía Barraza”.
En estos 11 meses, el cantante confirmó qué hay calidad, recursos; pero sobre todo, hay espíritu de sacrificio y respeto al escenario. Por eso los arropó con su apellido.
—Señor, es usted muy exigente. Supongo que los muchachos tienen argumentos para estar a su lado en un escenario…
—Sí ellos no tuvieran orden disciplina, constancia, buena voz, buena música y algo qué ofrecerle con respeto a la gente, que la gente se emocione al verlos, no estuvieran en mi escenario… tal vez ya habían empezado sus carreras en el escenario valiéndoles gorro el papá, pero para qué estuvieran en mi escenario tienen qué tener mucho orden, mucha disciplina, ser muy respetuosos con la gente y lo más importante, tener vocación de artista.
“La dinastía Barraza” tiene fecha de caducidad. Sólo estarán juntos el 2024. Después cada quien seguirá su propio camino. Pancho confió en que sus hijos se mantendrán alejados de problemas:
—Hay mucha inseguridad… Y han existido casos de cantantes amenazados… Siente temor…?
—Me daría miedo, si en algún momento, cualquiera de mis hijos estuviera cantando corridos bélicos, entonces sí me preocuparía o si alguno de ellos fuera agresivo… Mientras caminemos por ahí, vaya, yo lo puedo evitar la inseguridad, pero sí puedo evitar meterme en problemas y que los hijos se metan en problemas porque conocemos el mundo en el qué vivimos y sabemos que ningún problema llega solo y gratis todos los provocamos.
Pancho Barraza consideró que los muchachos tienen identidad propia. Los tres cantan y componen. Él como padre apoya sin distingos y en la misma proporción y se mantiene al margen de sus decisiones:
“Mis hijos son libres de cantar lo que quieran, lo que ellos quieran y acompañarse con lo que les dé la gana… Estoy al pendiente de lo que hacen buscando que sean mejor que yo. Que la continuidad de esto sea mejor que yo, y si lo encuentran en los corridos bélicos, tumbados y en lo que lo encuentren y ellos quieren hacerlo, el último que le va a poner un pie para que no lo haga soy yo”.
El cantante de 63 años, recordó que tiene 11 hijos y hasta ahora 13 nietos. Consideró que a todos los ha enseñado a ganarse la vida con esfuerzo y sacrificio:
“No vivían conmigo. Vivían con sus mamás y sí recibían una cantidad para sus gastos y sí, yo me encargaba si ocupaba algo, pero ninguno de ellos tres es el típico individuo que estuvo aprovechando el dinero, patinando llanta en el barrio, o vistiéndose de marcas sin saber cuánto costaba una camisa, un pantalón, una chamarra, ahorita sí vana saber pero sí les va a costar de su bolsita”.
Los hijos de la llamada “Leyenda en vida”, afirmaron que no hay presión… En el escenario, señalaron, el “Barraza” es una ventaja:
Javier y Adrián hablaron al respecto:
“Yo siento que emoción. Emoción en su totalidad de poder compartir pues la
misma pasión que es la música, ya tenemos algo de tiempo cantando juntos”.
“De verdad que nos divertimos muchísimo y nos gusta, nos gusta la música y es algo que los apasiona compartirlo con mimo afee y aprender de él, es algo que no tiene precio”.
Por su parte, Julio aseveró que no tienen presión por la forma en que su papá entiende la música:
“No competimos entre nosotros pero sí sentimos como esas ganas de seguir haciéndolo mucho mejor para superarnos y que mi papá nos vea que le estamos echando ganas”.
