Érika Buenfil revela que la maternidad le cambió la vida cuando estaba en la cima profesional; eso y más nos confesó.
De la pluma de Ricardo Escobar
«Yo me embarazó de 39 años, pues difícil porque ya no estás tan chava, ¿no? Pero bendito Dios con salud, no tuve un embarazo feo. ¿Fue cesárea?…»Sí, pero forzosa, ya tenía una edad en la que mis músculos no eran tan flexibles»
No ha sido fácil ser madre soltera…
«Fue bien difícil porque yo estaba sola, hice todo lo necesario, formar una familia, no se me dio».
Érika Buenfil y su tesoro más grande
Con momentos de angustia para sacar adelante a Nicolás.
«El no tener trabajo y entonces el no tener entradas de dinero, precisamente para lo más básico, que es su escuela y que es vivir, olvídate de privilegios, que coma bien, que los doctores, que va creciendo, que la escuela, que los zapatos, que los uniformes, que los libros, todo ese tipo de cosas, y de pronto que se te cierren los caminos, creo que fue lo más difícil».
Cuando pasaron los años Nicolás se encontró con su papá y hoy tiene una relación con él…
«No, ni le tengo rencor, ni le deseo nada malo, al contrario, me hizo el mejor regalo del mundo, poder ser mamá de un niño hermoso, Ernesto ha estado pendiente, pero de manera ya sola, a la mejor de pronto. Si Nicolás no le contesta, me marca y me dice, oye, no me contesta, no se fue de viaje, o se fue a tal parte, por eso no te contesta, no te preocupes».
Hoy, al hacer un balance de su faceta como mamá, asegura todo valió la pena…
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