Internacional

Don Francisco narra la «pesadilla» que vivió al no tomar un medicamento

Don Francisco contó el calvario que vivió durante su más reciente viaje, debido a que olvidó uno de los medicamentos que utiliza día con día.

Por Josué Olvera.

A través de las redes sociales, Mario Luis Kreutzberger Blumenfeld, mejor conocido como Don Francisco, narró una de las peores experiencias que ha vivido. Resulta que, tuvo que viajar a otro estado de EU por motivos de trabajo, y en la maleta olvidó echar los medicamentos que utiliza para dormir.

Cuenta que utiliza ese medicamento desde hace años, pues sufre de insomnio. No puede conciliar el sueño si no los utiliza, y es imposible conseguirlos sin receta. «El 26 de noviembre pasado me invitaron a conocer el CRIT de San Antonio. Todo iba según lo planeado, hasta que llegué en la noche al Hotel y me di cuenta de que había olvidado en mi casa, Miami, mi medicamento. Me lo recetó el médico para conciliar el sueño, ya que sufro de insomnio. Es un inductor del sueño que solo se vende con receta retenida».

Estuvo despierto toda la noche, asegura, fue la peor sensación que ha sentido en su vida. «No sé si, por la preocupación, estuve despierto desde las 10 de la noche hasta las 8 de la mañana. En mis largos 83 años de vida jamás me había ocurrido algo así. Es la peor sensación y la mayor angustia que he soportado en una noche. Fue desesperante. No hubo forma de dormir, nada funcionó».

Don Francisco buscó opciones

Buscó la ayuda de su médico, pero no pudo hacer nada. «Al amanecer, lo primero que hice fue llamarle a mi médico, casi rogándole, le dije: ‘Doctor, ¿me puede hacer una receta para unas pocas tabletas? Olvidé las mías y he pasado una noche horrible. El médico me responde: ‘Lo siento. No le puedo dar una receta porque no estoy autorizado para ejercer la medicina fuera de Florida'».

En la farmacia tampoco lo podían ayudar. «Le pedí que mandara la receta a una farmacia de Miami y que ellos me la entregaran. Dejé pasar parte de la mañana y como el medicamento no llegaba, llamé para saber qué ocurría. Me dijeron: ‘Los medicamentos con receta retenida no se pueden mandar de un estado a otro’. Comencé a desesperarme nuevamente».

Consultó a un nuevo doctor. «Un médico local en Texas me hizo un largo interrogatorio, y luego de comprobar que mi estado de salud mental y físico era óptimo, me recetó 30 pastillas y envió el pedido. Ya estábamos al final del segundo día y la noche se aproximaba, fui a la farmacia, no me la podían entregar».

Las cosas se volvieron a complicar en la farmacia. «La desesperación ya se me notaba en la cara y le digo: «Señorita, entonces, ¿qué puedo hacer? Por favor ayúdeme. Solo necesito dos tabletas inductoras del sueño porque llevo 24 horas sin dormir y estoy agotado’. ‘Aquí no podemos hacer nada por usted, no estoy autorizada para darle ni una sola pastilla'».

Al final, intentaron con un medicamento diferente, y, finalmente, pudo dormir. Ahora, el problema fue despertar. «El doctor, solidarizando con mi desesperación, le pregunta: ¿Y si le doy otro medicamento similar?’ Envió el medicamento similar y otro inductor. Afortunadamente, la nueva medicina había sido aceptada. Por supuesto me fui feliz rumbo al Hotel, con la esperanza de dormir. Esa noche dormí como un rey, poco más de 10 horas, y casi como contradicción a todo lo ocurrido, ahora lo difícil fue despertarme».

También lee: Consuelo Duval denuncia robo en su domicilio